Brilla el cielo, en esta noche clara de febrero,el manto de estrellas encima de mi, me hace pensar la oportunidad que tengo de estar viva, poder presencial tan magnifico espectáculo.
La brisa fresca va envolviendo la noche e invita a evocar algunos recuerdos.
Quizás, pueda retroceder en el tiempo y volver aquel verano del 76, me gustaba visitar aquel lugar, era tranquilo, solía ir con mi madre cada tarde, a ella le gustaba el mar, tanto o mas que a mi, era una comunión entre la naturaleza , el mar, ella y yo.
Sentadas en la orilla, solía contarme historias, con las que me hacia volar, andar, disfrutar, dar sentido a cada momento que pasábamos juntas.
Hoy te voy a contar una historia, que tu abuela me contaba de pequeña- me dijo.
Con ojos intrigantes, esperaba siempre, a que cada palabra suya mantuviera mi atención.
Hace mucho tiempo, el demonio montó una exposición con todas las herramientas que utilizaba para engañar a los humanos. Vivía cerca de allí un buen hombre que, enterado, quiso acercarse para conocer las trampas del demonio.Cuando llego al lugar, observó que en aquel sitio tan grande solo había una trampa, y al aproximarse lleno de curiosidad, vio un cartel que decía:
"DESALIENTO"
Intrigado se acerco y le pregunto:
- ¿ Tan importante es el Desaliento ?
- Es mi mejor trampa, cuando consigo que alguien se desanime hago con el, lo que quiero - contesto
Preocupado el buen hombre volvió a decirle: ¿ Y cual es el remedio contra él?
El demonio no quería decírselo pero al final cedió y le contesto:
- El único remedio contra el DESALIENTO es la GRATITUD, una persona agradecida no se desalienta jamas.
Como siempre, en todo lo que me contaba mi madre, volvió con su enseñanza, ella a pesar de las adversidades de su vida nunca se desalentó y yo tampoco¡¡¡ Gracias mama.
