martes, 10 de agosto de 2010



Cuenta la leyenda ubicado en una ladera casi inaccesible de las frías y escarpadas montañas del Himalaya, un buen día un monje amaneció sin vida.
Le hicieron los rituales tibetanos propios para esas ocasiones, llenos de profundo respecto y misticismo.
El Gran Maestro convoco a todos los discipulos de Monasterio para determinar quien ocuparia el honroso puesto del Guardian.
El Maestro coloco con mucha tranquilidad y calma en la mesita, un exquisito jarrón de porcelana y en él, una rosa amarilla de extraordinaria belleza y dijo:

"He aquí el problema"

Asumirá el puesto del Honorable Guardián de nuestro Monasterio el primer monje que lo resuelva.
Todos quedaron asombrados mirando aquel jarrón de gran belleza con la flor dentro y las preguntas surgían constantemente.

¿que hacer con el?

¿cual seria el enigma a resolver?

En un instante uno de ellos saco su espada, se dirigió al centro de la sala y de un plumazo rompió el jarrón.
El Gran Maestro lo miro y tras guardar un segundo de silencio musito:

"Alguien se ha atrevido no solo a dar solución al problema sino a eliminarlo.
Tu seras el nuevo Guardián del Monasterio".

Enseñanza: Muchas personas cargan la vida entera con el peso de cosas que fueron importante en su pasado y que hoy no solo ocupan un espacio inútil en sus mentes y lo hacen un problema para ellos, sino que con el apego del pasado las cosas maravillosas que les ofrecen en el presente pasan desapercibida por sus vidas.
No permitas que te ocurra a ti lo mismo.

Donde el corazon te lleve

"Vas a salir de esta y de cualquier otra, porque la gente como tu, brilla hasta con el alma rota" Es en la adolescencia...