UN MUNDO PARA TODOS

El lugar donde un día por voluntad propia decidimos vivir, es un espacio donde las personas podemos adquirir la condición de ciudadanos.

Con este titulo, como lo llamo yo, tenemos la potestad de adquirir, la virtud de que se nos permita el acceso a personas discapacitadas a disfrutar de múltiples servicios en igualdad y condiciones

Porque donde vives, es el entorno del crecimiento de tu vida, y también donde tropezamos con la mayoría de barreras o impedimentos que limitan nuestra libertad.

"Libertad" esa voluntad adentratada en tu ser, que no tiene precio, donde tu eres el dueño de ella, y que solo te recuerdan que la pierdes cuando te encuentras con un simple escalón, o deseas compartir una actividad recreativa, cultural y te obligan de alguna manera abandonar el camino que con ilusión habías trazado.


Desde mi más sincera humildad, le hablaría a las personas que configuran el manteminiento del sitio, donde tu has decidido vivir.

A los responsables en primera instancia, de afrontar esta privacidad de libertad para los que como yo, por circunstancias de la vida, tenemos unidad nuestra vida, a una silla de ruedas, y que, sin olvidar en ningún momento que “ella” te ayuda a esa libertad que añoras, a poder desplazarte y disfrutar en este mundo donde hay capacidad para todos, y donde algunas personas le pasan desapercibido ese escalón, esa rampa y sin querer vuelven a privarte de la palabra tan ansiada, para mi ,como es la LIBERTAD.

Hoy mirando en una caja, guardada en el desvan, quite el polvo de encima donde he podido apreciar los años guardados y la cantidad de recuerdos en ella habido, me he encontrado unas letras y quiero compartirlo.

A ESO

A eso..., de caer y volver a levantarte de fracasar y volver a comenzar, de seguir un camino y tener que torcerlo, de encontrar el dolor y tener que afrontarlo.

A eso..., no le llames adversidad, llamale SABIDURIA.

A eso..., de sentir la mano de Dios y saberte impotente, de fijarte una meta y tener que seguir otra, de huir de una prueba y tener que encararla, de planear un vuelo y tener que recortarlo de asipirar y no poder, de querer y no saber, de avanzar y no llegar. A eso..., no le llames castigo, llamale ENSEÑANZA.

A eso..., de pasar juntos días radiantes, días felices y días tristes, días de soledad y días de compañia. A eso..., no le llames rutina, llámale EXPERIENCIA.

A eso.., de que tus ojos miren y tus oídos oiga, y tu cerebro funcione y tus manos trabajen, y tu alma irradie, y tu sensibilidad sienta, y tu corazón ame...,a eso..., no le llames poder humano, llamale MILAGRO DIVINO.