Paloma y Ana me sorprendieron aquella mañana y, alborozando me dijeron:

-¡ Anda mama¡ ¿tu también vas a cambiar tu cuarto?.

Sonreí. La habitación de las niñas parecía esa mañana mas a la buhardilla de un bohemio que aun dormitorio.
Podías encontrar en ella cualquier cosa, desde la sirenita en un cubo navengando por los mares azules, hasta un trozo de palo que su fantasía convierte en caballo galopando por toda la casa sin parar, pasando por princesas atrapadas en castillos esperando que su príncipe llegara a rescatarlas.

A todo ello le acompañaban docenas de lapices de colores, rotuladores, gomas de todos los tamaños, pegatinas, sacapuntas, estampas, todo lo que necesita descansar en el suelo.

Le acompañaban cinco amigos del colegio que llegaron para rescatar a sus juguetes ordenados en el cajón, los cuales ya formaban parte de su territorio, que horas antes, era la regla del orden, ahora no podía identificar si se trataba de su habitación, o la jungla.

Oí como me decía que en vez de comprarle cartas de pokemon, ¡le había traído unos una libreta para dictados¡.- con gesto enfadado -. ¡como se me ocurria a mi semejante cambio! entonces....recordé....

Mi gran tesoro... cuando era pequeña ¡ los cromos !, mi colección de cromos, guardada en un cofre con una pequeña llave que cogaba de mi cuello noche y día, protegiendolos.

Adoraba los sabados por la mañana, al despertarme, en los pies de mi cama me encontraba un paquetito que mi madre con todo el amor depositaba alli; nerviosa, con algunas lagañas aun, mis dedos tropezaban unos con otros, intentando abrir aquellos sobres, e imaginado que encontraría dentro.

En aquel momento todo pertenecia a lugar donde ningún adulto podía sacarme de él, ni el deseado desayuno que me esperaba en la mesa de la cocina.

El pegamento, cada vez mas arrugado, llenaba hojas y hojas, contando cuantas me faltaban para completar mi gran album, esperando con alegria el encuentro con mis amigas, enseñárselas en el cole, ocupando el tiempo del recreo en cambiar las repes, olvidandonos incluso de jugar a la comba, (que para mi resultaba muy aburrido ya que siempre me tocaba darle a la cuerda).

Recordando aquello, volví a adentrarme en el mundo de la Barbi y del caballo galopante, que vivía en su habitación multicolor.

La voz de su amigo, interrumpió mis pensamientos, -¿verdad que decir tonta, es pecado?
- pregunto David a la vez que señalaba a Paula.- y Dios la va ha castigar, - afirmo .-

Cruzando sus pequeños brazos, con el rostro enfadado y mirandola sin parpadear

Paula peinaba a la muñeca, como, si con ella no fuera, y deslizaba sus tiernos ojos hacia Doraemon dormido placidamente en la almohada, ocupando casi la cama entera, esperando que cobrara vida y sacara algo de su bolsillo mágico pudiendo así desviar mi atención.

- Bueno, bueno- respondí- le cogí las manitas y sus ojos se salían mirándome, intentando averiguar que le diria.

De repente me rodaron todos a la vez.Me senté en medio de ellos y les dije:

Hace mucho tiempo no recuerdo donde leí que ...

- Dios no forma parte del pecado, El no sabe lo que es pecar, no separa lo malo de lo bueno, todo sirve para el, porque el es el Todo.

Dios, es el ave que pasea por el cielo, y la lombriz que se esconde en la tierra, Dios es la flor tan hermosa que adorna los jardines, y la marchita que se afea, es el campo lleno de trigo y el hambre que pasan algunas personas...Dios eres tu y soy yo y a la vez el cariño que nos une, nos da las cualidades para que seamos sus manos, sus pies, sus ojos , su voz su ilusión y su fuerza.

No olvidéis que todo lo bueno que le deis al otro, os lo vais a dar a vosotros mismos.
Se miraron con el asombro de no haber regañado a Paula, y sin entender lo que estaba diciendo, en cierto modo.

Se levantaron, olvidando ya lo ocurrido y corrieron volviendo a su Paraiso... donde tantas veces los mayores lo sacamos.