Con el paso del tiempo, aprendes a ser fuerte como las ramas de un arbol, captas la sutil diferencia que hay entre acompañar a alguien pero a la vez no hacerla tu esclavo.
Vas construyendo tus caminos en el hoy porque ha veces el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer planes.
Poco a poco descubres que el egoismo limita la capacidad de amar, y lo apartas.
Confias en ti mismo, aunque en un preciso momento duden de ti, sabes que poco vale el preocuparte por "el que diran"
Llega en un precioso momento, sin esperartelo, serenidad, tranquilidad, todo lo andado te dan el poder de caminar por la vida enfrentando cada situacion con alegria y valor.
Es entonces cuando comprendes que la oscuridad interior, que no es otra que la ignorancia, es la raiz del sufrimiento.Cuanta mas luz tenga dentro de ti, menos oscuridad habra. Y solo esa es la formula para alcanzar la felicidad.
